De la A a la B
Hablando
nuevamente de la recategorización de las Universidades, una situación que ha
calado hondo en algunas autoridades, profesores y alumnos, y en otros que no ha producido absolutamente nada.
El
jueves 5 de diciembre del presente año un gran número de estudiantes de la Universidad de Cuenca, comenzaban
a reunirse en los patios del Campus Central para marchar en protesta de la
recategorización, para exigir al Ceaaces todos los documentos y los parámetros
de medición aplicados.
Mientras
caminaba por los patios de la Universidad escuché hablar a una pareja de amigos:
La
pregunta: ¿Oye y tu porqué marchas?
La
Respuesta: “Ya pues loco, es que se va a reunir toda la U y hay que darle al goce”
Darle
al goce? Mediocridad en toda la extensión de la palabra.
Marchar
con ese criterio, para encontrarse con el amigo, marchar por obligación, por
miedo (fue el caso de un compañero a quién le exigieron y le tomaron lista al
final de la manifestación), marchar así porque sí, porque mejor estar marchando
que estar en clases.
¿Y
así exigimos que nos regresen a la A? Lo
que deberíamos hacer es autocriticarnos y ser consecuentes con nuestros actos,
exigir una A cuando hemos sido parte de la mediocridad no es la solución, la
solución es trabajar, dejar el miedo a un lado, exigir el derecho a una
educación de calidad y cumplir con
nuestros deberes de estudiantes universitarios, dejar de ser partícipes de la
vagancia de ciertos profesores y ser partícipes activos en los procesos de
cambio de la universidad.
Compañeros
cerremos la etapa de negación y comenzamos a aceptar la realidad, es hora de la
acción, es hora de autocriticarnos, de investigar, discernir, es hora de trabajar
con calidad.